El costo invisible: cómo ignorar el bienestar laboral afecta las finanzas de tu empresa

Bienestar que impacta: liderazgo consciente y salud organizacional como ventaja competitiva

Tenía apenas 25 años cuando me encomendaron una de las tareas más desafiantes y aleccionadoras de mi vida profesional: liderar el área legal de una empresa internacional de seguridad privada en México.

No era el puesto para el que me habían contratado originalmente. No tenía un equipo, un manual, ni una transición adecuada. Solo un escritorio lleno de pendientes, cajas infinitas de expedientes, una estructura legal prácticamente inexistente y una empresa con una operación compleja que necesitaba orden y dirección inmediata.

El ingreso fue veloz. El diagnóstico, brutal. En cuestión de días me vi frente a un ecosistema disfuncional: trámites rezagados, errores acumulados por años, una plantilla sin capacitación adecuada y una dependencia total del área legal para la operación diaria: desde el alta de custodios, registro de vehículos, armas, equipos, expedición de credenciales y gestión ante autoridades, hasta auditorías, procesos internos y soporte a otras áreas. Todo pasaba por una sola persona: yo.

¿La razón? Falta de visión. Falta de estructura. Y sobre todo, falta de conciencia sobre el impacto humano detrás del “saca el trabajo como puedas”.

Durante meses trabajé jornadas de más de 12 horas. A las que se sumaban 20 horas de traslados semanales de mi casa hasta el trabajo. Poco a poco y sin darme cuenta a diario, llevaba el trabajo a casa. Noches y fines de semana estaban al servicio de expedientes, oficios, reportes y llamados urgentes. Todo era prioridad. Todo era urgente. Todo era para ayer.

Poco a poco, las tareas se multiplicaron. El equipo disminuyo y el apoyo prometido nunca llegó. Me convertí en el único integrante del área. Pedí apoyo. Lo pedí no desde el grito de desesperación que pudiera parecer, sino con argumentos, con reportes, con propuestas. La respuesta de mi Director General: “Tranquilo, cuando se concrete la fusión con una nueva empresa, su departamento legal de 10 personas se integrará contigo. Sé que hoy ellos apenas se dan abasto, pero ya se repartirá la carga”. Una de las derrotas más frustrantes en mi carrera… 

Diez personas para un área, y mientras tanto, una sola persona para todo. No hace falta hacer cuentas.

Además, debía de supervisar la compra y fusión de esa misma empresa. Mientras organizaba expedientes abandonados por más de una década, también tenía que responder a la dirección general, dar seguimiento a requerimientos operativos, y mantener funcionando un sistema legal que sostenía a más de 950 personas.

No era falta de compromiso. Era falta de visión, de humanidad y de gestión consciente.

No fallé por debilidad. Falló el entorno que ignoró las señales. El que normalizó el desgaste y romantizó la entrega absoluta “De ponerte la camiseta”. Aun con el respaldo moral de los directivos, el ambiente laboral se volvió tenso, el clima organizacional se deterioró, y el aislamiento se convirtió en rutina. Me alejé emocional y físicamente de todo lo que no fuera trabajo: pareja, familia, amigos, incluso de mí mismo.

Las llamadas constantes, la presión, la ansiedad y el agotamiento acumulado derivaron en un burnout silencioso, progresivo y devastador. Y digo “silencioso” porque nadie nunca me preguntó cómo estaba. Nadie se detuvo a mirar más allá de los entregables. La rentabilidad de una empresa jamás puede sostenerse sobre el sacrificio invisible de quienes la sostienen.

Al final, renuncié. Pero no fue una derrota. Fue un acto de dignidad. De conciencia. De salud.

Esa experiencia marcó profundamente mi visión del liderazgo, del trabajo y del verdadero costo de la inacción empresarial frente al bienestar humano. Porque el talento no se retiene con salarios atractivos ni con beneficios por encima de la ley o pizzas a cambio de horas extra. Se retiene —y se honra— con respeto, estructura, apoyo y empatía.

Hoy, comparto esta historia no desde la nostalgia ni desde el victimismo, sino como una llamada de atención a empresas, líderes y profesionistas: el compromiso no debe significar sacrificio personal permanente. El verdadero liderazgo comienza cuando dejamos de normalizar el desgaste.

Repensar el trabajo: hacia organizaciones que inspiran, no que agotan

En algún momento, todos hemos sentido ese peso invisible al comenzar la semana: agotamiento acumulado, tareas interminables, presión por rendir, y una desconexión creciente con lo que hacemos. En las empresas, esto no es una excepción, es la norma. Pero ¿y si te dijera que existe otra forma de liderar, trabajar y crecer?

Imagina una organización donde las personas no solo cumplen con su trabajo, sino que se sienten valoradas, escuchadas y plenas. Un lugar donde cuidar no es sinónimo de debilidad, sino de visión. Donde el bienestar emocional y físico no es un lujo, sino parte esencial de la estrategia. En un mundo cada vez más exigente, esa forma de trabajar no solo es posible: es necesaria.

Lo que sigue no es un manifiesto idealista. Es una invitación a repensar cómo construimos resultados sostenibles a través del cuidado genuino, el liderazgo empático y la salud organizacional. Porque en tiempos de transformación, quienes lideran desde la conciencia, no solo sobreviven… inspiran.

La omisión o el descuido del bienestar de los colaboradores en las empresas mexicanas, tienen un serio impacto en la salud y desempeño de la fuerza laboral. La pandemia provocada por el COVID-19, puso en evidencia y en entre dicho, la salud de los trabajadores en nuestro país, lo que afecto directamente a la productividad empresarial. 

Y es que, aunque una empresa pueda jactarse de tener estabilidad, en donde las operaciones son continuas, y los reportes se entregan en tiempo. Bajo esa aparente “normalidad” muchas empresas están perdiendo dinero a diario, debido a un enemigo silencioso, que debilita las finanzas corporativas. El bienestar laboral.

De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en México el 75% de los trabajadores experimentan síntomas de estrés crónico, lo que  genera pérdidas de entre $5,000 y $40,000 millones de dólares al año, debido a la disminución de la productividad, el ausentismo, las enfermedades y los accidentes. En tanto, un 60% manifiesta sentirse ajeno a su propio trabajo. Una realidad preocupante que representa una fuga de valor para las empresas. 

La sobrecarga de trabajo, una mala estructura o la falta de ella, así como delimitación correcta de sus obligaciones, derivan en ansiedad que no solo afecta directamente a los empleados, sino también a las finanzas de la empresa. 

Más allá de la cultura organizacional y del cumplimiento normativo empresarial, el bienestar de tu equipo o fuerza de trabajo es una variable crítica de rentabilidad. El ignorar este tema desgasta a las personas y a la empresa. 

México se está cansando: el costo silencioso del desgaste emocional

La rotación:

En México se registra una de las tasas de rotación laboral más altas de Latinoamérica, con un 17% anual de acuerdo a la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH), en su estudio más reciente declaran que el 61% de las empresas reporto en 2024 una alta rotación y escasez de talento. 

Esto significa que constantemente deben de cubrirse muchas vacantes, y cada reemplazo significa un costo importante. Diversos estudios indican que el sustituir a un trabajador le puede constar a la empresa entre el 20% y el 150% de su salario de forma anual, es decir, aproximadamente unos $200,000 pesos mexicanos por persona (por supuesto, dependerá del salario y de la posición que ocupe el trabajador)

Cada remplazo tiene un alto costo, considerando la etapa de selección, capacitación y la curva de aprendizaje. Una alta rotación constituye un drenaje directo del capital humano y financiero de la empresa. 

¿Como identificar si tu empresa tiene un alta de rotación?: Mide la tasa de rotación por nivel jerárquico, Si tienes rotación de mandos medios, o clave, no solo estás perdiendo talento, pierdes cultura y continuidad en los procesos. 

Presentismo y Ausentismo: 

El ausentismo, la rotación de personal, la baja productividad, los conflictos interpersonales y la desmotivación, son indicadores de una cultura desconectada del bienestar humano. 

De acuerdo a datos del IMSS, los trastornos mentales y del comportamiento se han incrementado de forma sostenida y ya se encuentran entre las primeras causas de incapacidad temporal. Además, el estrés laboral crónico representa el 1.9% del PIB en México, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo (2022).

En contraste, compañías que han incorporado programas integrales de salud organizacional han reportado mejoras sustanciales en sus indicadores clave. Un estudio de la Harvard Business Review encontró que por cada dólar invertido en bienestar, las empresas pueden obtener hasta 6 dólares en retorno (ROI), gracias a la reducción del ausentismo, mejoras en clima laboral, retención de talento y productividad.

Ausentismo:

La falta de un empleado un solo día cuesta el 1% de su salario mensual, y aunque no parezca mucho, el impacto de esto tiene repercusión en la cadena de trabajo, afectando directamente a su equipo, retrasando entregas, generando una sobrecarga de trabajo, al derivar las responsabilidades del empleado ausente a otros empleados, etcétera. 

Un ejemplo de ello nos lo da Deloitte, quien dice que los costos por ausentismo laboral en México rondan los 40.4 millones de pesos mexicanos en salarios (casi el 0.17% del PIB) y 83.5 mil millones de pesos mexicanos en valor agregado (0.34% del PIB).

Es así, que las empresas que no invierten en bienestar y salud de sus empleados, experimentan quince veces mayor probabilidad de sufrir ausentismo y hasta seis veces más rotación de personal que aquellas que sí lo hacen. 

El estrés aumenta la probabilidad de accidentes y gastos médicos. En 2024 el IMSS informo que se registraron 317,230 riesgos de trabajo en México, de los cuales 225,056 fueron accidentes de trabajo, 96,880 accidentes en trayectos y 5,294 enfermedades de trabajo, En el mismo periodo 119 personas fallecieron a causa de accidentes laborales a nivel nacional. 

Es de destacar que algunas de las actividades con mayor riesgo son aquellas que se consideran elementales o de apoyo, como la fuerza de ventas y los trabajadores de control de almacén y bodega, son quienes sufren mayor cantidad de accidentes de trabajo. Esto se suma a padecimientos ligados al trabajo como ansiedad, depresión e infartos, que incrementan el ausentismo por incapacidad médica. Un costo oculto para las empresas. 

¿Cómo puedes identificar si tu empresa sufre de ausentismo?: 

Una señal de problemas en el clima laboral, liderazgo y carga operativa tiene que ver con el incremento de los días perdidos por ausencias. Para detectar estas alertas es necesario realizar un cruce sistemático entre los días de ausencia por cada área y los resultados operativos de cada unidad (ventas, productividad, alcance de metas, calidad, etcétera). 

Los datos que nos arroje este cruce nos explicaran el problema, poniendo especial atención en la repetición de ausencias por turno y área, picos de ausentismo en caídas operativas, o si dos áreas tienen objetivos similares, pero una tiene tres veces más ausencias, es indicativo de que algo está pasando. 

Es importante recalcar que el ausentismo, muchas de las veces, es síntoma de un mal más profundo, como un clima laboral tenso, jefaturas o liderazgos ineficaces, o un exceso de carga de trabajo, desmotivación, desgaste emocional o falta de reconocimiento. Y esas causas no solo afectan la salud del trabajador, sino también los resultados financieros. El detectar de forma temprana el ausentismo permite intervenir antes de que el problema escale y derive en rotación, bajo rendimiento y claro, pérdida de clientes. 

Por otro lado, el presentismo (bajo rendimiento por enfermedad o estrés), no es mejor, pues deriva en menor productividad, datos recientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) nos dicen que el 75% de los trabajadores mexicanos sufren de fatiga laboral, 15% depresión, 20% ansiedad, lo cual se traduce en una perdida de hasta el 23.8% de la productividad, es decir en $121 mil millones de pesos MX en salarios, y $250 mil millones de pesos en valor agregado. 

No es necesario ser demasiado observadores para darnos cuenta de que el presentismo puede llegar a costar hasta tres veces más que el ausentismo y es fácilmente reconocible en tu negocio si tienes “juntitis” (reuniones diarias o frecuentes durante la semana, que llegan a durar mucho tiempo y no son nada productivas), baja iniciativa, retraso en entregas o tareas inconclusas.

El costo invisible: lo que tu empresa pierde sin que lo notes

Muchos líderes o tomadores de decisión,  aún hoy, subestiman el impacto financiero que representa el malestar emocional y organizacional en sus empresas. Pero, cuando hacemos un análisis a fondo, los números no mienten y los resultados son alarmantes. 

Una forma de tener una dimensión de esto, es con esta simple fórmula:

Pérdida estimada anual =

(Costo promedio por empleado afectado) x (Número total de empleados) x (Porcentaje de afectación promedio)

1. Costo promedio por empleado afectado:

Este incluye tres factores:

Ausentismo: Días perdidos por enfermedad, burnout, estrés crónico o afectaciones psicosomáticas.

Rotación: Gastos derivados de la salida de empleados, como liquidaciones, contratación de nuevo talento, capacitación y tiempo de improductividad.

Presentismo: Cuando un colaborador está físicamente en su puesto, pero su mente está lejos: distraído, agotado o desmotivado, y por tanto, su productividad cae.

2. Número total de empleados:

Este dato es claro: cuántas personas trabajan en tu empresa.

3. Porcentaje de afectación promedio:

Es la estimación de cuántos empleados están sufriendo actualmente de estrés, ansiedad, agotamiento, insatisfacción laboral o alguna combinación de estos síntomas.

Este dato puede obtenerse mediante:

  • Encuestas de clima organizacional
  • Resultados de la NOM-035
  • Evaluaciones internas de riesgo psicosocial
  • Índices de rotación, ausentismo o productividad

En México, estudios recientes muestran que entre el 25% y el 40% del personal presenta síntomas claros de desgaste emocional o estrés laboral.

Ejemplo práctico:

Una empresa tiene:

  • 100 empleados
  • Se estima que el 30% de ellos (30 personas) están afectados por desgaste, estrés o rotación.
  • El costo promedio por cada uno de esos colaboradores, considerando ausentismo, rotación y presentismo, es de entre $50,000 y $150,000 pesos al año.

Entonces:

Escenario conservador:

30 empleados x $50,000 = $1.5 millones de pesos perdidos al año

Escenario alto:

30 empleados x $150,000 = $4.5 millones de pesos perdidos al año

Diversos estudios establecen que el costo anual estimado por empleado afectado puede oscilar entre $50,000 y $150,000 pesos, dependiendo del rol, la industria y el nivel de afectación.

Sin contar:

  • El costo que genera a tu empresa una mala reputación y los costos que tienen en un mercado como el mexicano que no perdona. 
  • Los riesgos legales por falta de cumplimiento de la NOM-035
  • La perdida de clientes por una mala calidad en el servicio
  • Impacto negativo en la cultura e innovación de tu empresa

Esta fórmula más que una alerta es una herramienta de conciencia financiera. Lo que no es posible medir, no es gestionable, por lo que si puedes cuantificar el problema puedes justificar la inversión de soluciones, como programas de bienestar y liderazgo empático, un rediseño organizacional y la prevención de riesgos psicosociales. 

Calcula el Retorno de Inversión (ROI) de invertir en bienestar: 

Como ya lo hemos visto, la salud y el bienestar se sigue percibiendo como “un gasto blando”, que muchas veces es difícil de justificar frente a otras “urgencias” o prioridades administrativas u operativas. Pero, cuando se mide con criterios empresariales, su impacto es tangible, muy rentable y se vuelve estratégico. 

Para poder medir el ROI solo se debe de aplicar una fórmula sencilla:

ROI = (Ahorros generados / inversión realizada) x 100 

Supongamos que una empresa invierte $500,000 pesos mexicanos en un programa de bienestar (Esta incluye un seguimiento a NOM-035, apoyo psicológico, un rediseño de cargas laborales e instrucción emocional. 

Este programa logrará reducir: 

  • 20% en la rotación de personal
  • 20% en al ausentismo 
  • Mejorará la atención, la productividad y el clima laboral. 

Con base en los datos de costos promedio de rotación y ausentismo (reclutamiento, capacitación y tiempo improductivo, etc.) Se estima que el ahorro anual sea de $1,200,000 pesos MX. 

¿De dónde salen esos $1,200,000 pesos de ahorro?

Este monto no es una cifra al aire. Se calcula con base en datos reales y promedios ampliamente utilizados en recursos humanos y estudios organizacionales. Aquí te muestro cómo se estima:

Supongamos que la empresa tiene 100 empleados.

1. Rotación de personal

Antes del programa, la empresa tenía una rotación del 20% anual. Es decir, 20 personas se iban cada año. Después del programa, se reduce en un 20%, lo que equivale a 4 personas menos que se van.

Costo promedio por reemplazar a un empleado (reclutamiento + selección + capacitación + curva de productividad): $100,000 pesos por persona (dato conservador en empresas medianas).

Ahorro por reducir la rotación: 4 personas x $100,000 = $400,000 pesos

2. Ausentismo laboral

Antes del programa, se estimaban 10 días de ausentismo por empleado al año, por estrés, ansiedad o problemas psicosociales. Con el programa, se reduce un 20% = 2 días menos por empleado.

Costo promedio por día perdido (sueldo + improductividad + carga para el equipo): $400 pesos por día, por empleado

Ahorro total en ausentismo: 2 días x 100 empleados x $400 = $80,000 pesos

3. Presentismo (empleados que están, pero no rinden al 100%)

Este es un factor silencioso pero costoso. Con el programa, mejora el enfoque, el estado emocional y la motivación.

Mejora estimada de productividad del 5% en empleados con alto presentismo. Supongamos que el 30% de la plantilla (30 empleados) tenía bajo rendimiento.

Costo por baja productividad (tiempo desaprovechado, errores, bajo rendimiento): $24,000 pesos anuales por persona (dato basado en estudios sobre impacto del presentismo).

Ahorro estimado por mejora del presentismo: 30 empleados x $24,000 = $720,000 pesos

Total de ahorros:

  • Rotación: $400,000
  • Ausentismo: $80,000
  • Presentismo: $720,000

Total = $1,200,000 pesos anuales

¿Por qué es importante esta cifra?

Demuestra que una inversión en salud emocional y bienestar no es un “gasto blando”: Es un gasto invisible que ya estás pagando… Y con una buena estrategia, puedes transformarlo en ahorro real y retorno claro.

Así pues: ROI = ($1,2000,000 / $500,000) X100 = 240%

Es decir, por cada peso que se invirtió, se tuvieron 2.4 pesos de retorno real. Un proceso mucho más rentable que inversiones operativas como publicidad, maquinaria o consultorías externas. 

A esto se agregan beneficios indirectos que fortalecen a la empresa:

  • Aminora el riesgo legal por el cumplimiento de la NOM-035
  • Mejora la atracción y retención del talento. 
  • Existe una mayor productividad sostenible, se reduce el presentismo y el desgaste emocional
  • Se crea un clima laboral mucho más sano, que impulsa la colaboración y la innovación
  • Crece la reputación de la empresa, como más responsable, lo que trae clientes y alianzas importantes. 

No se trata de ser solo una empresa más humana, sino de ser más inteligentes, competitivos y resilientes. 

El costo financiero del desinterés también incluye la falta de protección patrimonial

Más allá del entorno laboral, la ausencia de protección patrimonial, como seguros de vida, ahorro para el retiro, seguros de gastos médicos mayores y coberturas para hombres clave, representa una vulnerabilidad financiera significativa tanto para los colaboradores como para las empresas. Esta omisión no solo afecta la estabilidad económica de las familias, sino que también puede traducirse en pérdidas operativas y estratégicas para las organizaciones.

Seguros de gastos médicos mayores

En México, solo el 9.9% de la población cuenta con un seguro de gastos médicos mayores, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) hasta el cierre de 2022 . Esta baja penetración implica que la mayoría de los mexicanos enfrenta los costos de atención médica por cuenta propia, lo que puede llevar a un fuerte gasto de bolsillo y, en casos extremos, a la quiebra familiar. Para las empresas, la falta de esta protección en sus empleados puede resultar en ausentismo prolongado, disminución de la productividad y mayores costos por incapacidades.

Ahorro para el retiro

La situación del ahorro para el retiro es igualmente preocupante. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, solo el 42.2% de la población de 18 a 70 años posee una cuenta para el retiro o Afore. Esto significa que más de la mitad de los mexicanos en edad productiva no cuenta con un plan de ahorro formal para su vejez, lo que puede derivar en una dependencia de subsidios gubernamentales y una disminución en la calidad de vida post laboral. Para las empresas, empleados preocupados por su futuro financiero pueden mostrar menor compromiso y productividad.

Protección para hombres clave

La falta de seguros que protejan a los hombres clave dentro de una organización, aquellos cuya ausencia podría afectar significativamente las operaciones es otra área crítica. La pérdida inesperada de un líder o especialista sin una cobertura adecuada puede resultar en interrupciones operativas, pérdida de ingresos y costos adicionales en la búsqueda y capacitación de reemplazos.

Impacto en la empresa

La ausencia de estas protecciones no solo afecta a los individuos, sino que también tiene repercusiones directas en las empresas. Los costos asociados con la rotación de personal, el ausentismo y la pérdida de productividad pueden ser significativos. 

Además, las empresas que no ofrecen estos beneficios pueden tener dificultades para atraer y retener talento, lo que afecta su competitividad en el mercado.

Lo que ya está pasando: aprendizajes reales desde el corazón de las empresas mexicanas

Un ejemplo destacado en México es Sofftek, una empresa de consultoría tecnológica que integró un programa interno de salud integral, incluyendo psicoterapia, nutrición, acompañamiento financiero, pausas activas y sesiones de meditación. El programa, llamado “Contigo”, no solo redujo el ausentismo y la rotación, también generó un fuerte sentido de pertenencia y aumentó la satisfacción del cliente. De hecho, sus métricas de cumplimiento de entregables mejoraron en un 28% al año de su implementación.

Este tipo de resultados no se logran con medidas aisladas, sino con una visión integral que conecte el bienestar con la cultura y la estrategia de negocio.

Liderar no es proteger… es acompañar con visión

El liderazgo consciente no es solamente “ser buena onda”. Se trata de desarrollar habilidades de escucha, conexión emocional, gestión del conflicto y toma de decisiones con enfoque humano. Líderes que cuidan a su equipo generan culturas más resilientes, colaborativas y adaptativas. Y eso, en contextos de alta incertidumbre, es una ventaja competitiva invaluable.

Sí se puede: ejemplos reales de empresas humanas y rentables en nuestra región

  1. CEMEX (México): Implementó su programa “CEMEX Salud” que incluye atención médica preventiva, apoyo psicológico y talleres de vida saludable. Logró una reducción del 17% en incapacidades laborales y una mejora del 24% en la satisfacción de los colaboradores en solo 18 meses.
  2. Grupo Herdez (México): Con su programa de bienestar integral “Viviendo con Sentido”, integraron campañas de alimentación, ejercicio, salud mental y educación financiera. Se logró disminuir la rotación de personal en plantas clave en un 22% y mejoró el clima laboral en áreas operativas en más del 30%.
  3. Natura (Brasil): Empresa pionera en cultura organizacional empática. Su enfoque holístico de bienestar ha generado tasas de rotación por debajo del 5% y un índice de clima laboral superior al 90%. Además, su productividad por colaborador se ha incrementado un 15% anual en promedio desde 2018.
  4. Grupo Éxito (Colombia): A través del programa “Ser Éxito”, fortalecieron la salud emocional y el sentido de propósito de sus colaboradores, con atención psicológica gratuita, actividades de bienestar comunitario y escucha activa. Redujeron en un 36% las licencias por enfermedad mental en dos años.

El mundo ya lo entendió: el bienestar no es un gasto, es la inversión más inteligente

  • Noruega: Equinor, empresa estatal de energía, implementó políticas de bienestar basadas en trabajo flexible, prevención del estrés y salud física. Resultado: reducción del 30% en ausentismo en cinco años y un ROI estimado de 5 a 1.
  • Canadá: La empresa Shopify lanzó un programa de salud mental integral en 2019, incluyendo terapia ilimitada y jornadas de desconexión digital. Resultado: aumentó en 22% la productividad y disminuyó el turnover voluntario en un 40%.
  • Japón: Toyota ha vinculado el bienestar con innovación, incorporando mindfulness, ergonomía avanzada y jornadas de descanso activo. Esto ha mejorado su clima laboral y sostenido niveles de productividad altos a pesar de una población laboral envejecida.

Bienestar que se mide, bienestar que rinde: los números también lo confirman

  • Google: Su programa “gPause” de meditación y atención plena redujo el burnout en líderes en un 35% y mejoró el enfoque y la colaboración.
  • BBVA: En México, su estrategia de bienestar integral redujo en un 19% el ausentismo y mejoró los niveles de satisfacción interna en un 27%, de acuerdo con su reporte de sostenibilidad 2022.

Ignorar el bienestar ya no es una opción: lo que la ley exige y el futuro demanda

La NOM-035-STPS-2018 establece obligaciones claras para las empresas mexicanas en materia de identificación, análisis y prevención de factores de riesgo psicosocial. Entre sus puntos clave están:

  • Identificación y evaluación de factores psicosociales en el trabajo.
  • Adopción de medidas de prevención y control.
  • Atención de casos de violencia laboral.
  • Difusión de políticas internas de prevención.

El incumplimiento puede implicar multas de hasta $422,000 pesos por centro de trabajo, además de riesgos reputacionales y demandas laborales.

De la teoría a la acción: cómo construir entornos de trabajo que cuidan y previenen

Frente al reto que enfrentan hoy día las empresas en México, el invertir en bienestar no significa que se tengan que implementar transformaciones radicales, sino acciones estratégicas casi quirúrgicas que sean sostenibles, cuyas ventajas se encuentren bien justificadas. 

Programas integrales de salud. Estos han de combinar estrategias de mejora física (ejercicio y asesoría nutricional) emocional (apoyo psicológico y mindfulness, crear espacios seguros de diálogo y pausas activas. No es solo una moda es neurociencia aplicada) sociales (flexibilidad de horarios o apoyo en días críticos y reconocimiento), de acuerdo a un estudio de Gallup el 67% de los empleados mexicanos se siente “invisible” en sus empleos. 

El reconocimiento frecuente (y no solo financiero) activa, neurotransmisores que elevan la motivación, la fidelidad y el rendimiento). Por su parte, Deloitte indica que por cada peso que se invierte en salud mental se puede obtener un retorno de hasta 4 pesos en productividad. 

Programas sólidos de bienestar y salud, derivan en un aumento en el compromiso y reducción de costos asociados a rotación y ausentismo. 

Liderazgo y cultura organizacional: Fomentar un entorno de valor a la salud emocional en los mandos medios, los convierte en gestores de salud emocional, no solo de indicadores clave de desempleo (KPIs) formar líderes en inteligencia emocional, manejo de conflictos y burnout es clave. 

La gestión proactiva incluye diagnósticos periódicos de clima laboral (realiza encuestas trimestrales y no anuales), realiza acciones estratégicas y sostenibles de comunicación abierta y capacitación en manejo de estrés y escucha activa. Estas acciones reforzarán la retención. 

Mide tus resultados: Adopta estrategias de medición clara para determinar tu tasa de ausentismo y rotación de personal. Cuantifica la eficiencia de las iniciativas con datos reales medibles que te ayuden a ajustar las inversiones en salud laboral. 

La implementación de indicadores ESG (Ambiental, social y de gobernanza) estas te ayudarán a medir y evaluar el desempeño en áreas de sostenibilidad y responsabilidad social. En muchos casos, un simple análisis de antes y después de implementar estos programas puede darte una muestra tangible de las mejoras. 

A continuación te presento un roadmap en tres fases, evaluación, piloto e implementación a escala para que pongas en marcha un programa de bienestar laboral con impacto financiero y humano:

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Notas Adicionales

  • Comunicación constante: Mantén boletines mensuales con avances y “mini storytellings” de impacto humano para fomentar el compromiso.
  • Quick Wins: Implementa “martes de gratitud” (reconocimientos breves) desde la Fase 1 para generar momentum.
  • Herramientas sugeridas: Typeform o Microsoft Forms para encuestas; Power BI o Google Data Studio para dashboards; sesiones de coaching internas o con proveedores locales de bajo costo.

En Conclusión:

No se trata de elegir entre resultados y personas. El bienestar no es un gasto, es una inversión estratégica. Es momento de transformar nuestras organizaciones desde adentro, con liderazgo consciente, cultura de cuidado y métricas claras de impacto humano.

Este artículo, más que alertarte, pretende alentarte y darte las herramientas, que eviten el descuido del bienestar en el trabajo, el cual genera un alto costo financiero en México. 

Ante este panorama, los líderes tomadores de decisión, deben de ver el bienestar laboral como una inversión estratégica. La decisión ya no es “si inviertes o no” en el bienestar, si no ¿cuánto estás dispuesto a seguir perdiendo por no hacerlo? 

El bienestar es una estrategia de rentabilidad, que si no atiendes seguirá siendo una fuga silenciosa de dinero. Convierte la salud de tus empleados en un escudo fuerte ante la incertidumbre y un puente sólido de crecimiento sostenido de tu negocio. 

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